HISTORIA DEL COLOR
El color nos produce sensaciones, sentimientos, transmite mensajes a
través de códigos universales, nos expresa valores, estados de ánimo,
situaciones y sin embargo... no existe más allá de nuestra percepción visual. Por
definición, el color es el producto de las longitudes de onda que son
reflejadas o absorbidas por la superficie de un objeto, pero por otro lado sin
la intervención de nuestros ojos que captan esas radiaciones electromagnéticas,
de un cierto rango, que luego son transmitidas al cerebro, ese color no
existiría.
El color ha
sido estudiado, analizado y definido por científicos, físicos, filósofos y
artistas. Cada uno en su campo y en estrecho contacto con el fenómeno del
color, llegaron a diversas conclusiones, coincidentes en algunos aspectos o
bien que resultaron enriquecedoras para posteriores estudios. El filósofo Aristóteles (384 - 322 AC)
definió que todos los colores se conforman con la mezcla de cuatro colores y
además otorgó un papel fundamental a la incidencia de luz y la sombra sobre los
mismos. Estos colores que denominó como básicos eran los de tierra, el fuego,
el agua y el cielo.
Leonardo Da Vinci (1452-1519) quien también
consideraba al color como propio de la materia, avanzó aún más definiendo la
siguiente escala de colores básicos: primero el blanco como el principal ya que
permite recibir a todos los demás colores, después en su clasificación seguía
amarillo para la tierra, verde para el agua, azul para el cielo, rojo para el
fuego y negro para la oscuridad, ya que es el color que nos priva de todos los
otros. Con la mezcla de estos colores obtenía todos los demás, aunque también
observó que el verde también surgía de una mezcla.
Isaac Newton (1642-1519) quien estableció un
principio hasta hoy aceptado: la luz es color. En 1665 Newton descubrió
que la luz del sol al pasar a través de un prisma, se dividía en varios colores
conformando un espectro. Así es como observa que la luz natural está formada
por luces de seis colores, cuando incide sobre un elemento absorbe algunos de
esos colores y refleja otros. Con esta observación dio lugar al siguiente
principio: todos los cuerpos opacos al ser iluminados reflejan todos o parte de
los componentes de la luz que reciben. Por lo tanto cuando vemos una superficie
roja, realmente estamos viendo una superficie de un material que contiene un
pigmento el cual absorbe todas las ondas electromagnéticas que contiene la luz
blanca con excepción de la roja, la cual al ser reflejada, es captada por el
ojo humano y decodificada por el cerebro como el color denominado rojo.
Así como le debemos a Newton la definición física
del color, también le debemos a Johann Göethe (1749-1832) el estudio de las
modificaciones fisiológicas y psicológicas que el ser humano sufre ante la
exposición a los diferentes colores. Para Göethe era muy importante comprender
la reacción humana a los colores, y su investigación fue la piedra angular de
la actual psicológica del color. Desarrolló un triángulo con tres colores
primarios rojo, amarillo y azul. Consideró que este triángulo como un diagrama
de la mente humana y ligó a cada color con ciertas emociones.
Si continuamos explorando el estudio del color nos
encontramos en 1950 con el Profesor Albert Münsell quien desarrolló un sistema,
mediante el cual ubica en forma precisa a los colores en un espacio
tridimensional. Para ello define tres atributos en cada color:
Matiz: la
característica que nos permite diferenciar entre el rojo, el verde, el
amarillo, etc. que comúnmente llamamos color. Existe un orden natural de los
matices: rojo, amarillo, verde, azul, púrpura y se pueden mezclar con los
colores adyacentes para obtener una variación continua de un color al otro. Por
ejemplo mezclando el rojo y el amarillo en diferentes proporciones de uno y
otro se obtienen diversos matices del anaranjado hasta llegar al amarillo. Lo
mismo sucede con el amarillo y el verde, el verde y el azul, etc. Münsell
denominó al rojo, amarillo, verde, azul y púrpura como matices principales y
los ubicó en intervalos equidistantes conformando el círculo cromático. Luego
insertó cinco matices intermedios: amarillo - rojo, verde - amarillo, azul -
verde, púrpura azul y rojo púrpura.
Valor: indica
la claridad de cada color o matiz. Este valor se logra mezclando cada color con
blanco o bien negro y la escala varía de 0 (negro puro) a 10 (blanco puro).
Intensidad: es el
grado de partida de un color a partir del color neutro del mismo valor. Los
colores de baja intensidad son llamados débiles y los de máxima intensidad se denominan
saturados o fuertes. Imagine un color gris al cual le va añadiendo amarillo y
quitando gris hasta alcanzar un amarillo vivo, esto sería una variación en el
aumento de intensidad de ese color. La variación de un mismo valor desde el
neutro (llamado color débil) hasta su máxima expresión (color fuerte o
intenso).
Espacio de color Münsell
El matiz, el valor y la intensidad pueden ser
variados independientemente de manera tal que absolutamente todos los colores
pueden ser ubicados en un espacio tridimensional, de acuerdo con estos tres
atributos. Los colores neutros se ubican a los largo de la línea vertical,
llamada eje neutral con el negro en la parte baja, blanco en la parte de arriba
y grises en el medio. Los matices se muestran en varios ángulos alrededor del
eje neutral. La escala de intensidad es perpendicular al eje y aumenta hacia
fuera.
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